La necesidad de que las personas de sectores de bajos recursos de algunos barrios del Gran La Plata, en el sur de Buenos Aires, reciban una adecuada atención de sus problemas visuales, impulsó a que la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) implementara el programa Salud Visual para Todos.
El programa tiene como objetivo realizar la corrección óptica de quienes se encuentran en edad laboral o en edad escolar. En el primer caso, si no se los atiende, se pueden convertir en incapacitados laborales. Y en el segundo, en niños con dificultades en el aprendizaje, a lo que se suman los problemas de conducta social.
La optometrista Laura Brusi, responsable de este programa, explicó que “las unidades sanitarias que hay o los servicios de oftalmología no pueden llegar a atender la enorme demanda que tienen. No hay servicio de atención visual en los centros de atención primaria según el ordenamiento actual del sistema sanitario. Y como esta carrera forma agentes de ese nivel de atención, entonces, que mejor articulación que ofrecerle a la sociedad lo que no tiene. Y estamos hablando de la parte de la comunidad más necesitada, que no tiene cobertura social y que depende del sistema público de salud, como el hospital y los centros de atención primaria”, en una nota publicada por La Palabra Universitaria, periódico de la UNLP.
Para desarrollar este programa fue necesaria la formación de profesionales comprometidos con esta necesidad social, así como la articulación de contenidos de las asignaturas de práctica clínica. De este modo, la cátedra de óptica oftálmica arma los anteojos, la de contactología adapta los lentes de contacto, la de baja visión adapta ayudas ópticas especiales para personas con visión disminuida por alguna patología previamente diagnosticada a nivel oftalmológico. También interviene la cátedra prótesis oculares, que trabaja para quienes han perdido el ojo y requieren una reparación estética.
Los pacientes que llegan a la unidad académica son evaluados a nivel de atención primaria y luego derivados al segundo nivel de atención, el servicio de oftalmología del hospital público, quienes darán intervención médica a los casos que así lo requieran.
“Estamos trabajando directamente con barrios muy carenciados en los que se sospecha que puede haber problemas de visión, algo que se detecta muy fácilmente, se ve o no ve. El proyecto de extensión ya lleva cuatro años de funcionamiento y se han atendido a cerca de 1.800 personas, de las cuales alrededor de 1.200 necesitaron corrección óptica y se han confeccionado alrededor de 1.300 pares de anteojos”, destacó Brusi.
Debido a que muchas veces las personas que son atendidas ni siquiera disponen de dinero para desplazarse, la Municipalidad de La Plata se encarga de transportarlos desde sus barrios hasta la unidad académica.
Actualmente están trabajando en los barrios Melchor Romero, Villa Elvira, Altos de San Lorenzo y El Palihue, la mayor parte del Gran La Plata, entre otros. El municipio abrió recientemente, en el marco del programa de la UNLP, la inscripción para los exámenes oftalmológicos, por medio de los cuales podrán obtener anteojos especiales gratuitamente quienes los necesiten.
El programa tiene como objetivo realizar la corrección óptica de quienes se encuentran en edad laboral o en edad escolar. En el primer caso, si no se los atiende, se pueden convertir en incapacitados laborales. Y en el segundo, en niños con dificultades en el aprendizaje, a lo que se suman los problemas de conducta social.
La optometrista Laura Brusi, responsable de este programa, explicó que “las unidades sanitarias que hay o los servicios de oftalmología no pueden llegar a atender la enorme demanda que tienen. No hay servicio de atención visual en los centros de atención primaria según el ordenamiento actual del sistema sanitario. Y como esta carrera forma agentes de ese nivel de atención, entonces, que mejor articulación que ofrecerle a la sociedad lo que no tiene. Y estamos hablando de la parte de la comunidad más necesitada, que no tiene cobertura social y que depende del sistema público de salud, como el hospital y los centros de atención primaria”, en una nota publicada por La Palabra Universitaria, periódico de la UNLP.
Para desarrollar este programa fue necesaria la formación de profesionales comprometidos con esta necesidad social, así como la articulación de contenidos de las asignaturas de práctica clínica. De este modo, la cátedra de óptica oftálmica arma los anteojos, la de contactología adapta los lentes de contacto, la de baja visión adapta ayudas ópticas especiales para personas con visión disminuida por alguna patología previamente diagnosticada a nivel oftalmológico. También interviene la cátedra prótesis oculares, que trabaja para quienes han perdido el ojo y requieren una reparación estética.
Los pacientes que llegan a la unidad académica son evaluados a nivel de atención primaria y luego derivados al segundo nivel de atención, el servicio de oftalmología del hospital público, quienes darán intervención médica a los casos que así lo requieran.
“Estamos trabajando directamente con barrios muy carenciados en los que se sospecha que puede haber problemas de visión, algo que se detecta muy fácilmente, se ve o no ve. El proyecto de extensión ya lleva cuatro años de funcionamiento y se han atendido a cerca de 1.800 personas, de las cuales alrededor de 1.200 necesitaron corrección óptica y se han confeccionado alrededor de 1.300 pares de anteojos”, destacó Brusi.
Debido a que muchas veces las personas que son atendidas ni siquiera disponen de dinero para desplazarse, la Municipalidad de La Plata se encarga de transportarlos desde sus barrios hasta la unidad académica.
Actualmente están trabajando en los barrios Melchor Romero, Villa Elvira, Altos de San Lorenzo y El Palihue, la mayor parte del Gran La Plata, entre otros. El municipio abrió recientemente, en el marco del programa de la UNLP, la inscripción para los exámenes oftalmológicos, por medio de los cuales podrán obtener anteojos especiales gratuitamente quienes los necesiten.
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