¿Qué es la Vitamina A?
La vitamina A también se conoce como Retinol o vitamina Antixeroftálmica. Es una substancia orgánica, soluble en las grasas, que se encuentra en la Naturaleza en dos formas, como vitamina A activa o retinol, y como provitamina A en forma de pigmentos carotenoides o carotenos. Los diferentes carotenos se transforman en vitamina A en el cuerpo humano. Esta vitamina tiene funciones específicas y debe estar contenida en la alimentación diaria en cantidades adecuadas. El consumo de alimentos ricos en vitamina A en general es recomendable en personas propensas a sufrir infecciones respiratorias (gripes, amigdalitis o inflamaciones), problemas oculares (fotofobia, sequedad o ceguera nocturna) y dermatológicos (piel reseca y áspera, o acné).
¿De dónde obtenemos la Vitamina A en nuestra dieta diaria?
El contenido de ésta en los alimentos es muy bajo. La vitamina A sólo está presente como tal en los alimentos de origen animal, aunque en los vegetales se encuentra en forma de carotenos. Los alimentos de origen animal contienen vitamina A activa o retinol especialmente el hígado, la grasa de la leche y la yema de huevo. También se encuentra en el aceite de pescado y algún alga marina. La provitamina A en forma de carotenos se encuentra principalmente en los vegetales de color verde intenso o amarillo-anaranjado así como en las hojas, en ciertos frutos amarillos-anaranjados (maíz, nectarinas, melocotón, albaricoque, naranjas, zanahoria, papaya, calabaza, pimiento naranja, melón, espinacas, acelgas, coles, brocoli...). Una recomendación general sería tomar verdura al menos 3 días a la semana y un par de piezas de fruta fresca al día. Hay que recordar que si se cocinan los alimentos poco tiempo se puede lograr un mejor aprovechamiento de las vitaminas que contienen, del mismo modo que dejarlos cocer por largo tiempo reduce sus propiedades vitamínicas, por lo que es más conveniente consumir, en lo posible, los alimentos frescos.
La vitamina A es liposoluble y se absorbe en el intestino junto con las grasas de la dieta, por lo que se necesita la presencia de bilis y de secreciones pancreáticas. Este es el motivo por el que su absorción se puede encontrar alterada en los procesos malabsortivos para los lípidos, como por ejemplo en la alergia al gluten (enfermedad celíaca), la diarrea y las hepatopatías. El aporte simultáneo de grasas en la dieta, por ejemplo aceite de oliva, aumenta su biodisponibilidad. Esta Vitamina se almacena en el hígado en grandes cantidades y también en el tejido graso de la piel (palmas de las manos y pies principalmente), por lo que podemos subsistir largos períodos de tiempo sin su consumo. Así, la semivida en el organismo humano es de 200-300 días, lo que implica que tras un aporte insuficiente durante más de 6 meses puede haber peligro de carencia.
En un estudio realizado en el Reino Unido, Irlanda, Francia, España y Holanda la cantidad media de carotenoides en la dieta fue de 14 mg/día en. En España se registró la cifra más baja respecto a la toma de carotenoides en la dieta (9,5mg/día) y en Francia se obtuvo la cifra más elevada (16,1 mg/día) La fuente de carotenoides mostró que la zanahoria era el alimento del que se obtenía fundamentalmente los beta-carotenos en todos los países, excepto en España, dónde las espinacas eran la fuente más importante. Las zanahorias fueron también la principal fuente de alfa-carotenos, mientras que el tomate fue la principal fuente de licopeno. La luteína se obtenía sobre todo de los guisantes en Irlanda y el Reino Unido, pero fundamentalmente de las espinacas en el resto. En todos los países la beta-criptoxantina se obtenía primariamente de las frutas cítricas.
¿Cuáles son las funciones de la Vitamina A?
La vitamina A es crucial para un correcto crecimiento, mantiene la normalidad del tejido epitelial, es indispensable para el proceso visual y participa en la utilización de las sustancias proteicas. La función principal de la vitamina A es intervenir en la formación y mantenimiento de la piel, membranas mucosas, dientes y huesos. También participa en la elaboración de enzimas en el hígado y de hormonas sexuales y suprarrenales. Es una sustancia antioxidante, ya que elimina radicales libres protegiendo al ADN de su acción mutágena, contribuyendo a frenar el envejecimiento celular.
¿Qué cantidad de vitamina A necesitamos tomar?
El requerimiento diario de vitaminas es una cantidad sumamente pequeña que se denomina cantidad diaria recomendada (CDR). Pero esos requerimientos varían de acuerdo con la edad y el estado fisiológico del individuo y aumentan gradualmente durante la apoca de crecimiento hasta llegar a la adolescencia. También son algo mayores los requerimientos de la mujer embarazada y la madre lactante. Las cantidades diarias recomendadas de vitamina A son las siguientes:
- CRD en la infancia y adolescencia:
- 450mgr de retinol en el primer año de vida
- 300mgr de retinol entre 1 y 10 años
- 575mgr de retinol de 10 a 13 años
- a partir de ahí 750mgr de retinol hasta llegar a la edad adulta.
- CRD en adultos:
- 800mgr retinol (= 4.800 mgr beta caroteno = 2.664 IU retinol) en mujeres
- 1000mgr retinol (= 6.000mgr beta caroteno = 3.330 IU retinol) en varones
¿Cómo se correlacionan las medidas de la vitamina A en sus distintas formas de presentación?
1 mgr de retinol = 1 RE (equivalente de retinol)
= 6 mgr de Beta Caroteno
= 12 mgr de de otros carotenoides de provitamina A
= 3,33 Unidades Internacionales (UI) de actividad de Vitamina A (retinol)
El color amarillo de la mácula se debe a la presencia de los pigmentos carotenoides luteína y zeaxantina. La luteína y la zeaxantina son pigmentos extraídos de plantas que pertenecen a la familia de los carotenoides. Al contrario que los betacarotenos no son capaces de dar lugar a la formación de la vitamina A. Se piensa que estas sustancias son importantes para los tejidos oculares porque sólo existen en el ojo y no en otros tejidos del organismo. Las evidencias sugieren que la luteína y la zeaxantina pueden reducir el riesgo de desarrollar dos enfermedades oculares comunes en personas de edad avanzada como la catarata y la DMAE. La protección del tejido ocular del daño foto-oxidativo por parte de los carotenoides puede realizarse de dos formas: primero como filtros para la luz azul dañina y en segundo lugar como antioxidantes eliminando las moléculas en estado triplete excitado u oxígeno molecular singlete y eliminando otras especies reactivas de oxígeno tipo peróxidos lipídicos o aniones radicales superóxido. También parece que estos pigmentos maculares reducen los efectos de la dispersión de la luz y las aberraciones cromáticas. Por otra parte, se ha visto que la toma de suplementos vitamínicos que contienen 10 mg de Luteína parece mejorar la función visual en pacientes con formas atróficas de Degeneración Macular Asociada a la Edad. Además, se ha comprobado que la toma de estos pigmentos reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular y cáncer. Sin embargo aún no se puede afirmar que haya pruebas experimentales de que la luteína y la zeaxantina sean beneficiosas para la salud en general.
Respecto a los riesgos no se ha estudiado qué puede pasar con la toma de luteína a largo plazo, por lo que parece prudente tratar de tomar estas sustancias en la dieta o bien tomar medicamentos que contengan los niveles de éstos suplementos que normalmente consumimos en la dieta. Debido a que la luteína puede competir con otros carotenoides a la hora de ser absorbidos en el tubo digestivo y debido a los efectos secundarios ya conocidos de otros carotenoides similares, en general, no se recomienda tomar niveles elevados de estos pigmentos hasta que se sepa más de ellos.
¿Qué sucede cuando nos falta la vitamina A?
Al margen de si la causa es de tipo malabsortivo o por una malnutrición por ingesta inadecuada el cuadro de hipovitaminosis A suele cursar con ceguera nocturna, dificultad para adaptarse a la oscuridad y cambios electrorretinográficos similares a los de la retinosis pigmentaria, todo ello reversible con la correcta suplementación de vitamina A. Otros síntomas son excesiva sequedad en la piel y la falta de secreción de las mucosas, incluida la superficie conjuntival, lo que provoca sequedad en los ojos debido al mal funcionamiento del sistema lagrimal (xeroftalmía). Por otra parte, el exceso de esta vitamina y su acumulación en el organismo pueden interferir con el crecimiento, y producir otros trastornos como alteraciones óseas, detenimiento de la menstruación y además, puede perjudicar a los glóbulos rojos de la sangre.
¿Produce efectos nocivos la Vitamina A si se toma en exceso?
La dosis tóxica de la vitamina A activa o Retinol es de 25.000 UI al día, es decir tomar cantidades iguales o superiores a ésta en un paciente que no tenga déficit vitamínico es perjudicial. Los efectos nocivos de la ingesta de cantidades tóxicas de vitamina A son dolor de cabeza, fatiga, náuseas, falta de apetito, piel seca y pruriginosa y caída de cabello. Una toxicidad severa (dosis 20-200 veces superiores a la CDR) puede producir dolor óseo y aumento de fracturas óseas por osteoporosis, aumento del tamaño del hígado y el bazo, elevación lípidos plasmáticos y aumento de la presión intracraneal. En la mujer embarazada, dosis de 10.000 UI ó mayores pueden producir además defectos congénitos importantes del feto.
Respecto a los beta-carotenos, aún no se ha identificado una dosis tóxica para el organismo, pero sí se sabe que a dosis muy elevadas predisponen al cáncer de pulmón en individuos fumadores, por lo que hay que tener especial precaución de no recomendar la toma de suplementos vitamínicos que los contengan en individuos fumadores que no tengan la intención de dejar de fumar.
La vitamina A deberían prescribirla sólo facultativos con experiencia en el uso de retinoides sistémicos. De hecho los dermatólogos, que utilizan frecuentemente estas sustancias en el tratamiento del acné a dosis superiores a las CDR, recomiendan controlar la función hepática antes y un mes después de comenzar el tratamiento y, posteriormente, a intervalos trimestrales. También se deben controlar los niveles en ayunas de los lípidos séricos (antes y un mes después de comenzado el tratamiento, así como al cabo de 3 ó 4 meses de su administración.). Se han comunicado casos de depresión así como de empeoramiento en pacientes con antecedentes de depresión. Así mismo, habrá que tener especial cuidado con el manejo de las heridas o abrasiones dermatológicas. En pacientes de alto riesgo (diabetes, obesidad, alcoholismo o con alteraciones del metabolismo lipídico) puede ser necesario realizar controles más frecuentes. En los diabéticos habrá que hacer controles de la glucemia más estrictos, ya que se han comunicado casos de hiperglucemia en ayunas en pacientes que toman estos suplementos vitamínicos.
Bases para la recomendación de la toma de Vitamina A en la Retinosis Pigmentaria
La primera razón importante para recomendar la toma de esta sustancia fueron los resultados del Ensayo clínico del Nacional Eye Institute (NEI) randomizado, controlado doble ciego que incluyó a 601 pacientes que fueron revisados a lo largo de 4-6 años. El 95% de los pacientes concluyeron el estudio. En el se observó que la Vit A a dosis de 15.000 IU/día (= 4.500 mgr retinol/día) reduce la pérdida de la amplitud en el Electroretinograma 30Hz flicker y proporciona 7 años adicionales de visión útil si se inicia la toma de vitaminas a los 32 años. Al mismo tiempo se observó que la vitamina E mostraba un efecto adverso en la evolución de la RP, pues los resultados sugerían que la tasa media de degeneración parecía más rápida en los pacientes que recibían 400 UI/día de Vitamina E. Debemos recordar que la dosis de palmitato de Vitamina A sugerida en este estudio no parece tóxica en adultos, pero también que no se sabe qué pasaría tomando estas cantidades durante décadas.
También sabemos que la vitamina A es beneficiosa en Retinitis pigmentaria secundaria a Abetalipoproteinemia (en este caso sí se recomienda tratamiento con 300UI/kg/día de retinol al día ya que existe déficit de esta vitamina, junto con la toma de vitaminas E y K, y ácidos Omega3), aunque este tipo de Retinosis pigmentaria sindrómica no es muy frecuente. Además, hay que recordar que algunos pacientes con Retinitis pigmentosa tienen un metabolismo anormal de la vitamina A, como los enfermos con mutaciones RPE 65 y mutaciones en CRALB (Cellular Retinaldehyde-Binding Protein, una proteína trasportadora de la Vitamina A hacia los fotorreceptores). Por ello este grupo de pacientes se puede beneficiar especialmente de la toma de suplementos vitamínicos de Vitamina A. Lo ideal sería hacer nuevos estudios para intentar correlacionar el genotipo y/o el fenotipo de la enfermedad con el efecto terapéutico para intentar definir qué pacientes son los mejores candidatos para esta terapia.
La vitamina A también ha mostrado tener un efecto beneficioso también en la Distrofia pseudoinflamatoria de Sorsby, una rara enfermedad autonómica dominante causada por mutaciones en el TIMP-3 (Inhibidor Tisular de Metaloproteinasas-3). En ella los síntomas de mala visión nocturna y mala adaptación a la oscuridad suelen mejorar con estos suplementos vitamínicos.
Por último, algo extraordinariamente importante es que la vitamina A está contraindicada en otra enfermedad hereditaria que es la Enfermedad de Stargardt´s – Fundus Flavimaculatus y en general en mutaciones en ABCA4 que pueden producir también algunas distrofias de conos y bastones, ya que parece que la enfermedad puede empeorar con la toma de este tipo de suplementos vitamínicos.
¿Qué es el DHA o ácido Omega3?
El ácido Docosahexaenoico (DHA; 22:6Omega3) es el ácido graso Omega 3 más largo, insaturado y con mayor relevancia clínica en oftalmología. Comprende un pequeño porcentaje (14%) del total de los ácidos grasos de las membranas de la mayoría de los tejidos humanos; sin embargo supone un 30-40% de los ácidos grasos de las membranas de los segmentos externos de los fotorreceptores de la retina humana. La alta concentración de este ácido graso insaturado puede aumentar la fluidez de la membrana y también puede modificar la movilidad de proteínas vitales y la actividad de algunos enzimas retinianos. De hecho, deficiencias de los ácidos grasos Omega 3 producen anomalías en el electroretinograma de ratas, cerdos y monos. Esta sustancia es particularmente importante en el desarrollo neural y de la retina en los tres meses de embarazo y el primer año de vida. Los bajos niveles plasmáticos de DHA en niños se han asociado con retraso en la maduración del ERG, así como con menores agudezas visuales por lo que actualmente se suplementan las leches infantiles con DHA. Con la adición de 22mg/kg/día a las leches infantiles no se observaron efectos adversos, por lo que esta dosis parece segura.
¿Sirve para algo tomar Omega 3 junto con la vitamina A en Retinosis pigmentaria?
Un estudio de Hoffman sugiere que el DHA podría tener efecto beneficioso en retinitis pigmentosa ligada a X en la que previamente había encontrado que existía una disminución en los niveles sanguíneos de esta sustancia que parece deberse a una reducción de la biosíntesis de la misma. Por ello, realizaron un ensayo clínico randomizado controlado en los pacientes con retinosis que tenían este modo de herencia y parece que la toma de 400 mg de DHA ayudaba a preservar la función de bastones en pacientes menores de 12 años, y la función de conos en los mayores de 12 años. No se identificaron problemas de seguridad en un ensayo que duró 4 años utilizando estas dosis.
Otros estudios sugieren que los niveles de DHA también pueden ser bajos en otros tipos de Retinosis pigmentarias, por ejemplo en los que tienen mutaciones en rds/periferina.
Eliot Berson de la Escuela de Sanidad de la universidad de Massachussets, en Boston ha pubicado recientemente un estudio en que demostró que la administración de DHA en pacientes que estaban tomando Vitamina A no enlentece la progresión de la retinosis pigmentaria en general pues no se observaron diferencias con el grupo control. Sin embargo, un grupo de pacientes que no tomaban Vitamina A previamente mostraron un mayor enlentecimiento durante los primeros dos años si a la ingesta de Vitamina A se añadía el DHA. Los efectos aditivos del omega3 en la ralentización de la enfermedad desaparecían al cabo de 3 años.
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