cerebrales a partir de células cutáneas extraídas de ratones adultos.
El nuevo método podría revolucionar la terapia con células madre en los
humanos, así como la comprensión científica de la manera en que las células
eligen y mantienen sus roles especializados en el organismo, aseguraron los
investigadores.
Los hallazgos también parecen ser un cambio radical respecto al pensamiento
establecido sobre la manera en que las células madre se convierten en
células, y potencialmente evita el controversial método de usar células
madre embrionarias para la terapia celular. Además, la investigación podría
concebiblemente abrir nuevas puertas para el futuro tratamiento de
enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson, señalaron los investigadores.
En realidad, los investigadores no esperaban tener éxito en su empresa.
"Nos sorprendió muchísimo", aseguró el Dr. Marius Wernig, autor principal de
un artículo que aparece en línea el 27 de febrero en la revista Nature, y
miembro del Instituto de Células Madre y Medicina Regenerativa de la
Stanford.
"Deseábamos plantear la pregunta de si tenemos que volver atrás en el
desarrollo para poder adelantar o si puede haber una vía directa", dijo, y
añadió que "esta es la primera conversión directa que es completamente
artificial. En la naturaleza no sucede".
Paul Sanberg, experto en células madre, profesor distinguido de neurocirugía
y director del Centro para el Envejecimiento y la Reparación Cerebral de la
Universidad del Sur de Florida, en Tampa, señaló que "este nuevo estudio
realmente cambia la idea de cómo una célula puede convertirse en otra, y
podría cambiar el concepto sobre la manera en que el organismo evoluciona".
Pero los expertos se mostraron cautos en su interpretació n de los hallazgos,
sobre todo respecto a lo que podría significar para la difícil área en
expansión de la investigación con células madre.
"Desde un punto de vista básico es emocionante, porque muestra que se puede
pasar directamente de una célula diferenciada y transformarla en una célula
diferenciada distinta. No hay que volver a convertirla en pluripotente" ,
aclaró Sanberg. "Pero todavía es pronto. Pasará tiempo antes de que las
células producidas se puedan usar en terapia".
El Dr. Darwin Prockop, profesor de medicina molecular y celular del Colegio
de Medicina del Centro de Ciencias de la Salud Texas A&M, se mostró de
acuerdo.
"Es una investigación fascinante. Pueden comenzar con fibroblastos y
convertirlos en células neurales, pero todavía falta mucho hasta que se
pueda hacer en los pacientes", advirtió "Es un paso hacia delante en la
investigación básica, pero falta mucho para tratar el Alzheimer".
Durante años, se aceptó firmemente en los círculos científicos que sólo las
células madre embrionarias llamadas "pluripotentes" podían dar origen a las
células especializadas que conforman los distintos órganos y partes del
cuerpo. Una vez la célula se había especializado, por ejemplo al convertirse
en una célula cutánea, no podía cambiarse de forma dramática. Esa era la
opinión.
Hace poco, los científicos lograron "revertir" el proceso tomando, por
ejemplo, células cutáneas y revirtiéndolas a células pluripotentes inducidas
(o células CPI) que se comportaban como células madre embrionarias. Esas
células madre recién creadas podían entonces llevarse por otra dirección
para volverse distintas células especializadas.
Pero esa vía seguía requiriendo la fase pluripotente inicial.
En el nuevo experimento, Wernig y colegas pudieron transformar células
cutáneas en células neurales (del cerebro) mediante el uso de sólo tres
genes, llamados factores de transcripción. De hecho, apenas un factor de
transcripción era necesario para generar células madre inmaduras. Los otros
dos las convertían en células maduras.
El índice de éxito fue alto, ya que casi el veinte por ciento de las células
cutáneas se convirtieron en células neurales en menos de una semana. En
comparación, las CPI tienen un índice de éxito de apenas uno a dos por
ciento, y pueden tardar dos semanas para completar la metamorfosis.
Al menos en el laboratorio, las células de Stanford también funcionaron como
neuronas, haciendo conexiones con las neuronas adyacentes en la placa.
Sanberg apuntó que el hecho de si las células retendrían o no esas
propiedades en un organismo real es otro asunto.
FUENTES: Marius Wernig, M.D., assistant professor of pathology and member,
Stanford University Institute for Stem Cell Biology and Regenerative
Medicine, Palo Alto, Calif.; Paul Sanberg, Ph.D., D.Sc., distinguished
professor of neurosurgery, and director, University of South Florida Center
for Aging and Brain Repair, Tampa; Darwin Prockop, M.D., Ph.D., Stearman
Chair in Genomic Medicine, professor of molecular and cellular medicine,
Texas A&M Health Science Center College of Medicine, and director, Institute
for Regenerative Medicine, Scott & White; Jan. 27, 2010, Nature, online ©
Derechos de autor 2010, HealthDay
El nuevo método podría revolucionar la terapia con células madre en los
humanos, así como la comprensión científica de la manera en que las células
eligen y mantienen sus roles especializados en el organismo, aseguraron los
investigadores.
Los hallazgos también parecen ser un cambio radical respecto al pensamiento
establecido sobre la manera en que las células madre se convierten en
células, y potencialmente evita el controversial método de usar células
madre embrionarias para la terapia celular. Además, la investigación podría
concebiblemente abrir nuevas puertas para el futuro tratamiento de
enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson, señalaron los investigadores.
En realidad, los investigadores no esperaban tener éxito en su empresa.
"Nos sorprendió muchísimo", aseguró el Dr. Marius Wernig, autor principal de
un artículo que aparece en línea el 27 de febrero en la revista Nature, y
miembro del Instituto de Células Madre y Medicina Regenerativa de la
Stanford.
"Deseábamos plantear la pregunta de si tenemos que volver atrás en el
desarrollo para poder adelantar o si puede haber una vía directa", dijo, y
añadió que "esta es la primera conversión directa que es completamente
artificial. En la naturaleza no sucede".
Paul Sanberg, experto en células madre, profesor distinguido de neurocirugía
y director del Centro para el Envejecimiento y la Reparación Cerebral de la
Universidad del Sur de Florida, en Tampa, señaló que "este nuevo estudio
realmente cambia la idea de cómo una célula puede convertirse en otra, y
podría cambiar el concepto sobre la manera en que el organismo evoluciona".
Pero los expertos se mostraron cautos en su interpretació n de los hallazgos,
sobre todo respecto a lo que podría significar para la difícil área en
expansión de la investigación con células madre.
"Desde un punto de vista básico es emocionante, porque muestra que se puede
pasar directamente de una célula diferenciada y transformarla en una célula
diferenciada distinta. No hay que volver a convertirla en pluripotente" ,
aclaró Sanberg. "Pero todavía es pronto. Pasará tiempo antes de que las
células producidas se puedan usar en terapia".
El Dr. Darwin Prockop, profesor de medicina molecular y celular del Colegio
de Medicina del Centro de Ciencias de la Salud Texas A&M, se mostró de
acuerdo.
"Es una investigación fascinante. Pueden comenzar con fibroblastos y
convertirlos en células neurales, pero todavía falta mucho hasta que se
pueda hacer en los pacientes", advirtió "Es un paso hacia delante en la
investigación básica, pero falta mucho para tratar el Alzheimer".
Durante años, se aceptó firmemente en los círculos científicos que sólo las
células madre embrionarias llamadas "pluripotentes" podían dar origen a las
células especializadas que conforman los distintos órganos y partes del
cuerpo. Una vez la célula se había especializado, por ejemplo al convertirse
en una célula cutánea, no podía cambiarse de forma dramática. Esa era la
opinión.
Hace poco, los científicos lograron "revertir" el proceso tomando, por
ejemplo, células cutáneas y revirtiéndolas a células pluripotentes inducidas
(o células CPI) que se comportaban como células madre embrionarias. Esas
células madre recién creadas podían entonces llevarse por otra dirección
para volverse distintas células especializadas.
Pero esa vía seguía requiriendo la fase pluripotente inicial.
En el nuevo experimento, Wernig y colegas pudieron transformar células
cutáneas en células neurales (del cerebro) mediante el uso de sólo tres
genes, llamados factores de transcripción. De hecho, apenas un factor de
transcripción era necesario para generar células madre inmaduras. Los otros
dos las convertían en células maduras.
El índice de éxito fue alto, ya que casi el veinte por ciento de las células
cutáneas se convirtieron en células neurales en menos de una semana. En
comparación, las CPI tienen un índice de éxito de apenas uno a dos por
ciento, y pueden tardar dos semanas para completar la metamorfosis.
Al menos en el laboratorio, las células de Stanford también funcionaron como
neuronas, haciendo conexiones con las neuronas adyacentes en la placa.
Sanberg apuntó que el hecho de si las células retendrían o no esas
propiedades en un organismo real es otro asunto.
FUENTES: Marius Wernig, M.D., assistant professor of pathology and member,
Stanford University Institute for Stem Cell Biology and Regenerative
Medicine, Palo Alto, Calif.; Paul Sanberg, Ph.D., D.Sc., distinguished
professor of neurosurgery, and director, University of South Florida Center
for Aging and Brain Repair, Tampa; Darwin Prockop, M.D., Ph.D., Stearman
Chair in Genomic Medicine, professor of molecular and cellular medicine,
Texas A&M Health Science Center College of Medicine, and director, Institute
for Regenerative Medicine, Scott & White; Jan. 27, 2010, Nature, online ©
Derechos de autor 2010, HealthDay
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