Kyle estaba entusiasmado porque su papá se quedó en casa el sábado e iba a estar en su partido de fútbol. ¡Eran las semifinales y su equipo iba primero! Mientras tomaban el desayuno, Brittany, su hermanita de 6 años que tien discapacidad visual, empezó a presentar un movimiento nervioso, signo seguro de que iba a tener una convulsión. Antes de que Kyle hubiera terminado sus cereales, Brittany estaba tendida en el sofá en medio de un ataque, y ambos padres estaban junto a ella.
Kyle observaba cómo se movían las agujas del reloj y se acercaban a las 09.45, hora en la que tenían que salir para ir al partido. A las 09.40, le dio una palmadita a su padre en el brazo y dijo que era necesario que salieran. Él le replicó con brusquedad: "¿No puedes ver que tu hermana tiene una convulsión? ¡Me necesita justo ahora, Kyle!" Pero Kyle también necesitaba a su papá ¡y su equipo lo necesitaba a él! ¿Cómo se suponía que iba a llegar al partido de fútbol? ¡Britanny siempre estaba arruinando las cosas!
Como Kyle, tus hijos sin discapacidad pueden a veces sentir que la vida es injusta por el tiempo y la atención que tienes que prestarle a tu niño que es discapacitado visual y que puede tener además, otras discapacidades. Aunque no puedes impedir que los otros chicos se sientan ignorados o perturbados en algunas oportunidades, puedes tomar medidas para minimizar las veces en que esto ocurra y planear cómo pueden manejar esos sentimientos tú y ellos cuando se plantean estas situaciones. Por ejemplo:
Prepara un plan de respaldo
Cuando sepas que se aproxima una actividad importante para uno de tus otros hijos, ten un plan de respaldo en caso de que tu niño discapacitado visual necesite tu atención. Puedes preparar a un miembro de la familia, a un amigo o a alguien que se ocupa de proporcionar un descanso a quienes lo necesitan, para que esté dispuesto a intervenir y dar una mano cuando se le pida con poca antelación.
Analiza la situación
Inevitablemente, habrá momentos en los que tus hijos sin discapacidad sientan que los han tratado en forma injusta a causa de las necesidades de su hermano o hermana con deficiencia visual. Es importante ayudarlos a analizar sus sentimientos. Trata de no excusarte; en lugar de eso, escucha lo que tienen que decir y reconoce lo que les pasa. Involúcralos en la preparación de un plan para reducir las oportunidades de que se vuelva a desencadenar la misma secuencia de hechos.
Fija "citas" con cada uno de tus hijos
A todos los chicos les gusta disponer de un tiempo uno a uno con sus padres. Si fijas citas con ellos en forma regular -juntos o en forma individual, según la composición y necesidades de tu familia- los vas a hacer sentirse importantes y especiales. Puedes organizar una tarde para comer pizza e ir al cine con tu hijo, una cena fuera entre padre e hija, o una caminata con tus niños mayores en un parque cercano.
"Date un descanso" con respecto a la discapacidad visual
Parte del cuidado de tu hijo que es discapacitado visual es aprovechar las oportunidades que surgen en el curso de las experiencias diarias para explicarle el entorno o alentarlo a comportarse de una cierta manera -lo que los maestros llaman a veces "momentos apropiados para enseñar". Ten en cuenta, sin embargo, que tus otros hijos pueden sentir que es incómodo o que los avergüenza convivir con estas oportunidades de enseñanza a partir de experiencias concretas.
Por ejemplo, es posible que quieras señalarle los signos braille si usa este sistema para leer, alentar a tu hijo con baja visión a usar sus dispositivos de baja visión o recordarle que mire en dirección a la gente cuando habla con ellos. Aunque estos recordatorios y momentos apropiados para enseñar son importantes, a tus otros niños los pueden hacer sentir avergonzados, aburridos o simplemente frustrados porque las actividades comunes llevan tanto tiempo para realizarse.
Está bien tomarse un día libre con respecto a la preocupación por la aprendizaje incidental de vez en cuando. Puede haber otros momentos en los que tus hijos no discapacitados quieran ayudar, de modo que no pierdas demasiados momentos adecuados para tu niño deficiente visual ni demasiadas oportunidades de darles a los otros toda tu atención.
FUNTE:http://www.familyconnect.org
Kyle observaba cómo se movían las agujas del reloj y se acercaban a las 09.45, hora en la que tenían que salir para ir al partido. A las 09.40, le dio una palmadita a su padre en el brazo y dijo que era necesario que salieran. Él le replicó con brusquedad: "¿No puedes ver que tu hermana tiene una convulsión? ¡Me necesita justo ahora, Kyle!" Pero Kyle también necesitaba a su papá ¡y su equipo lo necesitaba a él! ¿Cómo se suponía que iba a llegar al partido de fútbol? ¡Britanny siempre estaba arruinando las cosas!
Como Kyle, tus hijos sin discapacidad pueden a veces sentir que la vida es injusta por el tiempo y la atención que tienes que prestarle a tu niño que es discapacitado visual y que puede tener además, otras discapacidades. Aunque no puedes impedir que los otros chicos se sientan ignorados o perturbados en algunas oportunidades, puedes tomar medidas para minimizar las veces en que esto ocurra y planear cómo pueden manejar esos sentimientos tú y ellos cuando se plantean estas situaciones. Por ejemplo:
Prepara un plan de respaldo
Cuando sepas que se aproxima una actividad importante para uno de tus otros hijos, ten un plan de respaldo en caso de que tu niño discapacitado visual necesite tu atención. Puedes preparar a un miembro de la familia, a un amigo o a alguien que se ocupa de proporcionar un descanso a quienes lo necesitan, para que esté dispuesto a intervenir y dar una mano cuando se le pida con poca antelación.
Analiza la situación
Inevitablemente, habrá momentos en los que tus hijos sin discapacidad sientan que los han tratado en forma injusta a causa de las necesidades de su hermano o hermana con deficiencia visual. Es importante ayudarlos a analizar sus sentimientos. Trata de no excusarte; en lugar de eso, escucha lo que tienen que decir y reconoce lo que les pasa. Involúcralos en la preparación de un plan para reducir las oportunidades de que se vuelva a desencadenar la misma secuencia de hechos.
Fija "citas" con cada uno de tus hijos
A todos los chicos les gusta disponer de un tiempo uno a uno con sus padres. Si fijas citas con ellos en forma regular -juntos o en forma individual, según la composición y necesidades de tu familia- los vas a hacer sentirse importantes y especiales. Puedes organizar una tarde para comer pizza e ir al cine con tu hijo, una cena fuera entre padre e hija, o una caminata con tus niños mayores en un parque cercano.
"Date un descanso" con respecto a la discapacidad visual
Parte del cuidado de tu hijo que es discapacitado visual es aprovechar las oportunidades que surgen en el curso de las experiencias diarias para explicarle el entorno o alentarlo a comportarse de una cierta manera -lo que los maestros llaman a veces "momentos apropiados para enseñar". Ten en cuenta, sin embargo, que tus otros hijos pueden sentir que es incómodo o que los avergüenza convivir con estas oportunidades de enseñanza a partir de experiencias concretas.
Por ejemplo, es posible que quieras señalarle los signos braille si usa este sistema para leer, alentar a tu hijo con baja visión a usar sus dispositivos de baja visión o recordarle que mire en dirección a la gente cuando habla con ellos. Aunque estos recordatorios y momentos apropiados para enseñar son importantes, a tus otros niños los pueden hacer sentir avergonzados, aburridos o simplemente frustrados porque las actividades comunes llevan tanto tiempo para realizarse.
Está bien tomarse un día libre con respecto a la preocupación por la aprendizaje incidental de vez en cuando. Puede haber otros momentos en los que tus hijos no discapacitados quieran ayudar, de modo que no pierdas demasiados momentos adecuados para tu niño deficiente visual ni demasiadas oportunidades de darles a los otros toda tu atención.
FUNTE:http://www.familyconnect.org
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