Así lo advirtieron especialistas de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y drogas (Digemid), tras detallar que las personas que padecen afecciones cardiacas, hipertensión arterial, diabetes, epilepsia, glaucoma e insuficiencia hepática no deben usar estos descongestionantes por tiempo prolongado y menos sin haber sido sometidos antes a una evaluación médica previa.
“Estas sustancias están contraindicadas en personas que padecen de glaucoma de ángulo cerrado o enfermedades cardíacas debido a sus efectos cardiovasculares (aumento de la demanda de oxígeno, potencial arritmógeno, vasoconstricción). Asimismo, no debe usarse en combinación con anestésicos locales en los dedos de las manos y pies, nariz y genitales dado que puede ocasionar serias necrosis debido a la vasoconstricción de los capilares; además, esta contraindicada en los pacientes con enfermedades cerebro-vasculares tales como arteriosclerosis cerebral o síndrome orgánico cerebral, entre otros”, explicaron.
Los voceros de la Digemid informaron también que estos efectos pueden tornarse más graves si los descongestionantes interactúan con otros medicamentos como fármacos para el asma, píldoras para tratar la depresión, medicamentos para los trastornos convulsivos, tabletas para adelgazar o para controlar la presión sanguínea elevada.
Además de ello, el uso combinado de los descongestionantes y otros medicamentos que contienen fenilefrina o pseudoefedrina pueden ocasionar una sobredosis de esta sustancia, pudiendo agravar la salud del paciente.
De otro lado, los especialistas aclararon que no todos los resfríos o gripe requieren descongestionantes, antihistamínicos y antialérgicos, u otros medicamentos, ya que en la actualidad el 60% de estos cuadros son virales, es decir, necesitan de un tratamiento sintomático, tales como descanso, el aumento en la ingesta de líquidos calientes e infusiones, gárgaras de agua con sal, entre otros cuidados.
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