lunes, 6 de septiembre de 2010

vistazo a la tecnología



Una paciente que padece retinitis pigmentaria mejoró de manera notable su visión luego de recibir 40 sesiones de estimulación eléctrica en el ojo dañado. Esta enfermedad junto con el glaucoma avanzado, la oclusión de la arteria central de la retina y la degeneración macular son la causa de ceguera que afectan a más de medio millón de mexicanos.



Sin embargo, es muy probable que estas patologías, sin cura hasta la fecha, puedan revertirse en el futuro. Pues de acuerdo con una investigación de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Unidad Culhuacán, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y aplicada en el Departamento de Retina del Hospital Luis Sánchez Bulnes, en el Distrito Federal, han encontrado que la estimulación sobre la córnea produce efectos de neurorregeneración en las células de la retina, de modo que los pacientes recuperan la visión de manera paulatina.

El doctor Luis Niño de Rivera Oyarzabal, y el maestro en ciencias Daniel Robles Camarillo comenzaron a estudiar desde hace seis años el registro electrónico en ojos sanos, y a partir de ello formularon un modelo matemático que reprodujeron mediante un equipo diseñado y construido en su laboratorio.

Con la herramienta, los especialistas ya han podido generar estímulos eléctricos sobre la cornea humana y ver el registro como puntos luminosos en el cerebro de los pacientes, lo que permite estudiar la manera en que la retina codifica las imágenes para trasmitirlas al cerebro.

Procedimiento

Esta investigación politécnica se aplica mediante el equipo de estimulación eléctrica transcorneal conectado por medio de cables a un lente de contacto que se introduce en el ojo del paciente.

Las personas reciben una estimulación eléctrica sobre la córnea y el resultado clínico ha demostrado que “estamos ante un posible proceso reversible de enfermedades, como la oclusión de la arteria central del ojo y la retinitis pigmentaria. Y vamos a comenzar a estudiar sus efectos en degeneración macular y glaucoma”, explicó Niño de Rivera Oyarzabal.

De acuerdo con el protocolo de investigación que se aplica a pacientes con oclusión de la arteria central de la retina, degeneración macular y retinitis en el Hospital Luis Sánchez Bulnes, luego de recibir el tratamiento durante cuarenta sesiones tienen recuperación visual hasta en un 50 por ciento.

Estos resultados fueron validados por oftalmólogos ajenos al proyecto, y comprobaron que en los pacientes estimulados hay una refuncionalización de la visión.
El protocolo del estudio permitirá definir las dosis de la terapia. Por el momento, el equipo de investigación trabaja en una nueva versión del estimulador eléctrico para que pueda utilizarse en un consultorio o incluso a distancia, controlado por el médico especialista.

Estado de la investigación

El investigador politécnico explicó que de acuerdo a la experiencia mundial sobre las terapias de estimulación eléctrica controlada en nervios o tejidos dañados se han comprobado sus efectos benéficos en la recuperación.

Por ejemplo, en estudios hechos con ratas a las que se les cortó el nervio femoral, después se les sometió a una cirugía de reconstrucción del daño producido.

Sin embargo, sólo a la mitad de estos animales se les estimuló, y se recuperaron en menor tiempo. Además recobraron la función motriz, mientras a las ratas no estimuladas no volvieron a caminar.

“A partir de este ejemplo nos podemos dar cuenta que la estimulación eléctrica científicamente controlada produce un efecto en los sistemas biológicos, al cerrar los canales iónicos que estaban inhibidos, lo que provoca el flujo de iones de sodio, potasio y calcio”, detalló.

Por lo que es posible pensar que la estimulación eléctrica controlada pueda actuar de manera similar de como lo hacen los neurotransmisores bioquímicos enviando mensajes al núcleo para la producción de proteínas.

Es posible, añadió, “engañar” a la célula al estimularla eléctricamente, por lo que puede ocurrir que en algunas enfermedades de la retina o incluso en el glaucoma, donde se pensaba que había ocurrido muerte celular, en realidad estemos ante un efecto de desconexión neuronal para la protección de los sistemas dañados, y que al ser estimulados recuperan parte de su función.

El desarrollo cuenta con solicitud de registro de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI), por el diseño del equipo estimulador eléctrico transcorneal.

En la investigación también participaron alumnos del IPN, el doctor el doctor Virgilo Morales Cantón, jefe del departamento de Retina del Hospital Luis Sánchez Bulnes y su equipo médico, además la doctora Jessica López Miranda, responsable de la aplicación del procedimiento en los pacientes bajo protocolo.

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