lunes, 6 de septiembre de 2010

Ayudar a tu bebé a aprender acerca de la lectura y escritura


Ya tienes tu lista de la compra en mano y al bebé bien sentado y seguro en el carrito. Miras la lista para ver qué necesitas y luego buscas los carteles que están por encima de las góndolas para averiguar dónde está el primer artículo que te hace falta. Estás usando tus destrezas de alfabetización -tu capacidad de leer y escribir- tanto para una tarea de cerca (tu lista) como para una a distancia (los carteles). Pero ¿qué aprende tu bebé de esa experiencia? Si tiene baja visión puede ser que te vea mirando el papel que tienes en la mano pero no va a ver lo que está escrito. Es probable que no vea cómo miras los carteles altos o lo que dicen. Si es ciego, no verá nada de esto. Pero si le hablas y le cuentas lo que estás haciendo mientras lo haces, empezará a entender que las palabras no sólo se dicen sino que existen de una manera diferente: algo que la gente llama "escritura".

La prealfabetización, es decir la preparación para comenzar la tarea en sí de aprender a leer y escribir (conocida también como alfabetización emergente o aprestamiento para la lectura) no es algo que un niño con vista desarrolle el día en que empieza el jardín de infantes. Mas bien, sus padres le han estado presentando cosas impresas así como la idea de leer y escribir desde que era muy pequeño. Él ha estado observándolos mientras leían y escribían, viendo palabras a su alrededor y así ha ido aprendiendo acerca de estas importantes tareas, principalmente, a través de las experiencias diarias.

Alrededor de los dos años, los niños con vista pueden empezar a establecer la conexión de que las ilustraciones y las palabras tienen significado. Un niño puede reconocer el logo de la caja que contiene sus cereales favoritos para el desayuno o el cartel grande en el frente de su restaurante preferido. Puede mirar las figuras en el libro que su papi le lee cuando se va a la cama y empezar lentamente a darse cuenta de que los "garabatos" de la página son palabras que cuentan la historia.

Cuando tu bebé tiene discapacidad visual, es posible que no pueda aprovechar estas oportunidades naturales de aprender cosas relacionadas con la alfabetización porque no ve la letra impresa o cómo se la usa en todo el entorno para una gran variedad de tareas. Pero tú puedes proporcionarle las mismas experiencias de un modo diferente, así estará preparado para aprender sobre la lectura y escritura cuando llegue el momento.

Empezar pronto

Quizás estés pensando en que es demasiado pronto para preocuparse por la alfabetización de tu bebé, pero de hecho, lo has estado preparando para leer desde la más temprana infancia. Cuando hablas con él y le describes el mundo que lo rodea y lo que estás haciendo allí, le estás ayudando a que entienda su entorno y le estás dando las palabras y conceptos que necesita para darle sentido a lo que percibe -palabras como "grande" y "pequeño", "caliente" y "frío", "dentro" y "fuera", "alto" y "bajo", "hambriento" y "feliz" y tantas otras. También está aprendiendo sobre la comunicación, que, después de todo, es el comienzo de la alfabetización. Todos los tipos de aprendizaje temprano contribuyen a la prealfabetización. Cuantas más experiencias tenga en los comienzos de la vida -de diferentes objetos, animales, personas, lugares y actividades- más fácil le va a resultar más adelante comprender el significado de las palabras que trata de leer.

A medida que tu hijo crece y desarrolla más la conciencia de su entorno, puedes estimular el progreso de la alfabetización haciendo que perciba todo lo posible las palabras en su entorno, ya estén en forma impresa común o en braille, o en ambos sistemas. Por ejemplo, explícale cuando hagas la lista de la compra y permítele ver las marcas sobre el papel muy de cerca o tocar la lapicera mientras la mueves por toda la hoja. Háblale de las etiquetas en las latas y en su caja de cereales y de los carteles de la calle que te permiten saber dónde estás cuando vas manejando el auto. Y por supuesto, léele en cada oportunidad que se presente.

Alfabetización para niños pequeños

Si tu hijo tiene baja visión -si es discapacitado visual- puede aprender a leer y escribir en tinta de un modo muy similar al de sus amigos que ven (ver Cómo leen y escriben los estudiantes con baja visión). O puede usar una combinación de ambos, tinta y braille, porque para algunas tareas tales como leer un capítulo de un libro, el braille puede ser más eficaz. Si tu niño tiene poca o ninguna visión, probablemente aprenderá a leer y escribir en braille (ver Cómo leen y escriben los estudiantes que son ciegos). Como es tan pequeño, puede ser demasiado pronto decir con seguridad qué medio va a usar para leer y escribir. Lo que es importante ahora es ayudarle a desarrollar su idea de la letra en tinta o en braille y de la manera en que se usa la lectura y la escritura.

Estas sugerencias para desarrollar la preparación para la alfabetización serán útiles para los niños que son ciegos o deficientes visuales:

  • Léele a tu niño cuentos que se hayan escrito para su nivel de edad acerca de cosas que tengan contenido para él. Por ejemplo, un libro sobre un perro va a ser apasionante si tiene uno, pero si nunca tuvo oportunidad de encontrarse con una vaca y no puede ver las ilustraciones que la representan, un libro sobre este animal no va a tener mucho sentido para él.

  • Puedes hacer tus propios libros junto con tu hijo sobre cosas que él hace y con las que disfruta. Esto sirve también para introducir la idea de escritura. (Ver Leer y hacer libros táctiles con tu hijo donde encontrarás sugerencias acerca de la elección de los libros y cómo hacerlos con relieve). Puedes ilustrarlos con fotos que le tomes y con objetos de las actividades que le gustan. Puedes hacer un libro sobre ir con la abuela a la panadería. Puedes pegar un trozo de papel de seda -del tipo que el empleado usa para envolver su donut- en una de las páginas. Si se sienta con la abuela en un banco para comérselo, puedes fijar un trozo pequeño de madera que tenga la superficie como la de las tablas del asiento. Puedes incluso dejar que tu hijo te dicte unas pocas palabras para acompañar a cada ilustración táctil, de modo que realmente se convierta en su libro.

  • Muchos niños muy pequeños disfrutan especialmente cuando les leen libros con texto que rime y sea rítmico. Si haces una pausa justo antes del final de una línea, tu hijo pronto va a aprender a completar la palabra que falta, ¡como si pudiera estarla leyendo!

  • Muéstrale las cosas en que usas la escritura, tales como pagar facturas, escribir una tarjeta de cumpleaños, leer el periódico y pedir lo que vas a comer del menú, y leerlo en voz alta. Cuando es muy pequeño, no va a entender lo que estás diciendo, pero le va a gustar oír tu voz. Cuando entra en la etapa de andar, puedes poner más énfasis en mostrarle las cosas que le interesan de lo que lees y escribes, como una carta que los dos estén preparando para Santa Claus o la receta que estás leyendo para hacer su postre favorito.

  • Déjalo que pinte y "pretenda escribir" con una diversidad de elementos tales como crayones, lapiceras, tiza y marcadores. Puede que no se reconozca lo que escribe o dibuje pero va a estar estableciendo la conexión de que escribir es una manera de contar un cuento, al mismo tiempo que está acrecentando las destrezas motrices finas que va a necesitar cuando escriba verdaderas palabras. Su tiene algo de visión o no ve en absoluto, haz la prueba de tomar un papel y ponerlo sobre un trozo de tela metálica (mosquitero) cortado de la medida de un tablero sujetapapeles. Cuando escriba con un crayon, va a lograr una marca en relieve que podrá percibir al tacto.

  • Pregunta al maestro de estudiantes con discapacidad visual de tu hijo que te muestre cómo funciona una máquina de escribir en braille. Es un dispositivo mecánico, parecido en cierta forma a una máquina de escribir común, que crea braille en papel cuando se presiona una tecla. Pide una para tenerla en tu casa a fin de que el niño la investigue y "garabatee" con ella -es decir, que apriete las teclas al azar para imitar el hecho de escribir en braille, en la misma forma en que otros niños pequeños lo hacen en un papel.

Cuando tu bebé crece y ya sabe andar, puede ser necesario que eches un vistazo a las sugerencias para ayudar a los preescolares a desarrollar destrezas tempranas de leer y escribir.

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