Entre los múltiples cambios que experimenta una mujer durante su menopausia están presentes los que se producen en sus ojos, todos los cuales pueden ser tratados de manera sencilla y eficaz. La menopausia es un período de la vida femenina en la que se producen una serie de cambios progresivos y que ocasionan no pocas molestias a las mujeres que atraviesan esta etapa fisiológica (normal) en sus vidas.
Los más frecuentes y conocidos son sin duda los vinculados con acaloramientos, cambios en el peso corporal, modificaciones en el sueño y ciertas molestias o incomodidades en su esfera genital.
Pero no sólo esas áreas se ven alteradas durante los cambios o fluctuaciones hormonales de esa etapa de la vida. Ya durante las diversas fases del ciclo menstrual pueden registrarse pequeños cambios, como también sucede durante el embarazo.
Entre los cambios más notorios a nivel ocular, se cuentan:
Los más frecuentes y conocidos son sin duda los vinculados con acaloramientos, cambios en el peso corporal, modificaciones en el sueño y ciertas molestias o incomodidades en su esfera genital.
Pero no sólo esas áreas se ven alteradas durante los cambios o fluctuaciones hormonales de esa etapa de la vida. Ya durante las diversas fases del ciclo menstrual pueden registrarse pequeños cambios, como también sucede durante el embarazo.
Entre los cambios más notorios a nivel ocular, se cuentan:
- dificultades con los lentes de contacto
- incremento en la necesidad de emplear lentes para ver a corta distancia.
- sequedad ocular
- sensibilidad a la luz
- aumento del lagrimeo
- ojos “cansados”
- enrojecimiento o hinchazón de los párpados.
De todas estas molestias, una de las más comunes suele ser el síndrome del ojo seco, entre cuyas manifestaciones se incluyen:
- picazón o sensación de molestias o arenillas en el ojo
- sensación de quemazón o ardor ocular
- exceso de lagrimeo, luego de período de ojo muy seco
- dolor o enrojecimiento ocular
Existen muchos recursos para tratar esas molestias, como es el caso de colirios especiales, muchos de los cuales son básicamente descongestivos, y/o lubricantes oculares, también son útiles los lentes de sol (mejor aún, con protección UV), etc.
No obstante otros cambios como las modificaciones en la visión cercana o episodios de visión borrosa, indican claramente la necesidad de concurrir al oftalmólogo.
Recuerde que la menopausia no sólo demanda los chequeos clínicos, ginecológicos y endocrinológicos, sino también de una visita al oftalmólogo, debido a que simples medidas y recursos ampliamente disponibles pueden solucionar estas molestias durante la particular etapa de la menopausia.
Dr. Alejandro Cisneros
Especialista Jerarquizado en Oftalmología
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