Naturopatía, Máster en Nutrición Ortomolecular y Herbodietética
En la ciudad de Buenos Aires se ha realizado el 29ª Congreso Panamericano de especialistas sobre el grave problema del glaucoma, y se ha llegado a las siguientes conclusiones.
El glaucoma es un grupo de enfermedades que tienen en común el aumento sostenido de la presión intraocular y un patrón específico y progresivo de daño del nervio óptico que, de no tratarse, pueden provocar ceguera. Se estima que el glaucoma aparece en alrededor de una persona de cada 100 a partir de los 40 años; en general es un proceso hereditario y su incidencia aumenta con la edad, por lo que el riesgo es mayor a medida que se envejece.
La pérdida de visión por glaucoma es irrecuperable, por lo tanto la detección temprana de la enfermedad es fundamental. “Existe una sola manera de prevenir el impacto del glaucoma sobre la calidad de vida del paciente: diagnóstico en estadios iniciales de la enfermedad, correcto seguimiento y, por último, una correcta utilización del tratamiento por parte del enfermo, explicó el doctor Antonio Martínez, oftalmólogo español de la Universidad de Santiago de Compostela, La Coruña, de visita en Argentina para participar del 29º Congreso Panamericano de Oftalmología.
“El paciente debe acudir en forma periódica a realizar controles para que el diagnóstico de la enfermedad pueda realizarse antes de que se produzcan importantes alteraciones funcionales. Es fundamental además identificar progresión, para ello hemos de realizar pruebas periódicas y establecer criterios para poder detectar el avance de la enfermedad lo antes posible. En cuanto al tratamiento, el hecho de que parte de su eficacia dependa de la correcta administración por parte del enfermo es una barrera importantísima”, indicó el doctor Martínez.
Cuando el glaucoma se detecta a tiempo, el objetivo del tratamiento es evitar que la visión empeore, algo que puede conseguirse. En la mayoría de los casos se logra mediante el tratamiento sistemático con medicamentos disponibles en forma de colirios y, en ocasiones, de comprimidos, y en algunos pacientes puede necesitarse también un tratamiento con láser o una cirugía. El tratamiento con colirios en general debe realizarse de por vida, y esto es uno de los principales desafíos de la enfermedad ya que puede suceder que la adherencia al tratamiento por parte de los pacientes no sea óptima. -
Adherencia al tratamiento
Con frecuencia el glaucoma y el ojo seco se presentan concomitantemente en pacientes mayores; y los signos y síntomas oculares pueden disminuir la tolerabilidad y la calidad de vida relacionada con la visión, lo que impacta de manera negativa los resultados del tratamiento a largo plazo.
“El hecho de que el glaucoma sea una enfermedad crónica y asintomática propicia el incumplimiento del tratamiento por parte del enfermo. Los oftalmólogos somos conscientes que la utilización de colirios por parte de personas mayores, con discapacidad visual y, además, otros problemas asociados propicia el mal cumplimiento del régimen terapéutico”, afirmó el oftalmólogo español.
La mejor manera de controlar la enfermedad es con detección temprana y tratamiento antes de que cause pérdida de la visión. Quienes se encuentran dentro de los grupos de alto riesgo, deben consultar al oculista y someterse a un examen de los ojos con dilatación de pupilas cada dos años.
Reducir la presión del ojo en las primeras etapas del glaucoma, detiene el progreso de la enfermedad y ayuda a proteger la vista.
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