viernes, 25 de noviembre de 2011

INTEGRACIÓN DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD.


Uno de los cambios mas notables de las últimas décadas en las

sociedades de progreso es la creciente participación de las personas

con discapacidad como miembros activos de la comunidad.

Esta participación implica, entre otras cosas, que sus capacidades,

necesidades y limitaciones han de ser consideradas en el

diseño de las condiciones de vida en general y del trabajo en particular,

y para ello el enfoque ergonómico resulta esencial. Las

personas con limitaciones físicas, sensoriales o mentales son

seguramente el grupo de población que más puede sufrir la falta

de criterios ergonómicos en el diseño del entorno y el puesto de

trabajo como parte del mismo.

Este enfoque orienta nuestras acciones al estudio de las características, necesidades, capacidades y habilidades de cada uno para

establecer los criterios que debe contemplar el diseño de productos,

ambientes y procesos con los que interactuamos; y, de este

modo, adaptar los productos, tareas, herramientas, espacios y el

entorno en general a las capacidades y necesidades de los individuos

de forma que mejore su eficiencia, seguridad y bienestar.

Siguiendo este planteamiento, se entiende que la causa de la discapacidad

puede encontrarse fuera de la persona y por lo tanto

toda intervención, siempre que sea posible, habrá de plantearse

desde esta perspectiva.

Como disciplina la ergonomía dispone de las herramientas necesarias

para analizar los factores que influyen en el ajuste entre la

capacidad humana y los requisitos del trabajo o de cualquier otra

actividad. Como ciencia relacionada con la salud, bienestar y

eficiencia, tiene que ver con los intereses personales y del entorno.

Pero como elemento innovador plantea la necesidad de adaptar

o concebir un entorno adaptado al individuo y no al contrario.

Estos principios llevados a un ámbito tan relevante como es el del trabajo deben de servirnos

como elemento de reflexión para todos pero especialmente para los profesionales que atienden,

como usuarios finales, a personas con alguna discapacidad por tratarse de un colectivo al que le

afectan con mayor gravedad los diseños de productos y servicios pensados para un usuario

tipoÈ, que por otra parte no existe.

Así’, una vez definida la necesidad, deben de identificarse claramente las caracter’sticas, limitaciones

y capacidades en lo referente al uso del producto/servicio. El producto ha de ser eficiente;

de forma que se ajuste a lo esperado por el usuario final. La facilidad de uso es un factor clave

del dise–ño en la medida que el mismo servicio/producto, pero con elementos que complejizan su

uso, puede causar rechazo o infrautilización con las consecuencias negativas que ello tiene para

el usuario y el entorno.

Estos principios deben de estar presentes a la hora de solicitar un servicio, acceder a la lectura

de un libro, elaborar materiales didácticos adaptados, utilizar un electrodoméstico o un programa

informático, participar en una actividad de ocio, acceder a los servicios de salud, etc.

Sin duda alguna, está es una labor que compete a las entidades y poderes públicos que tienen la

obligación de materializar los derechos de todos los ciudadanos. Pero igualmente est‡ en manos

de los agentes sociales y de los profesionales y gestores que actúan diariamente en un plano más próximo al usuario y asumen la responsabilidad de prestar el mejor servicio posible, ajustado a

las necesidades y capacidades individuales, y que también tienen la posibilidad y responsabilidad de participar en el diseño y producción de servicios y productos.


No hay comentarios:

Related Posts with Thumbnails

FORMULARIO DE CONTACTO


nombre
email
asunto
mensaje

Powered byEMF Web Form

"Los articulos publicados no sustituyen ni remplazan la consulta a su oftalmólogo."
©A.A.BA.VI registrado en el Centro Nacional de Organizaciones bajo el el nº 16734.