Uno de los grandes retos a los que se enfrentan los científicos es poder
curar algunas de las enfermedades vinculadas a la visión, es decir, curar la
ceguera. Hace dos años un equipo de científicos
australianos presentó el primer ojo biónico, un dispositivo
capaz de excitar, de manera artificial, el ojo de un paciente que esté perdiendo
de manera progresiva la visión por enfermedades degenerativas de la retina. Tras
realizar diversas pruebas, el equipo ha anunciado su siguiente gran paso:
comenzar pruebas
con pacientes reales el próximo año.
El equipo de la New South Graduate School of Biomedical Engineering ha desarrollado ya dos prototipos de este sistema de visión artificial que podría servir para restaurar la visión en pacientes que sufran de enfermedades degenerativas de la retina. La investigación ha dado como resultado un sistema que mediante la colocación de 98 electrodos en la retina y estimular sus células nerviosas que son las que convierten la luz captada por el ojo en señales eléctricas, es decir, gracias a este sistema alguien que sufre pérdida de visión al menos podría distinguir ciertos patrones y formas.
En el prototipo que han diseñado, se coloca una cámara en la montura de unas gafas, en una implementación bastante discreta, que se conectan a una unidad de procesamiento externo y éste, a su vez, se conecta al chip cuyos electrodos se conectarán al ojo del paciente. Con este esquema, solamente queda un detalle para completar el prototipo, el equipo tiene que encapsular el sistema que se va implantar en el paciente y para ello deben buscar materiales que sean resistentes y biocompatibles.
Con la idea de desarrollar el encapsulado y, por tanto, desarrollar por completo el prototipo y además mejorar la capacidad del laboratorio para realizar nuevas investigaciones, el equipo ha invertido 2,5 millones de dólares (1,87 millones de euros) en instrumental y equipamiento que les permitirán abrir nuevas líneas de investigación relacionadas con el desarrollo de implantes biomédicos.
El equipo de la New South Graduate School of Biomedical Engineering ha desarrollado ya dos prototipos de este sistema de visión artificial que podría servir para restaurar la visión en pacientes que sufran de enfermedades degenerativas de la retina. La investigación ha dado como resultado un sistema que mediante la colocación de 98 electrodos en la retina y estimular sus células nerviosas que son las que convierten la luz captada por el ojo en señales eléctricas, es decir, gracias a este sistema alguien que sufre pérdida de visión al menos podría distinguir ciertos patrones y formas.
En el prototipo que han diseñado, se coloca una cámara en la montura de unas gafas, en una implementación bastante discreta, que se conectan a una unidad de procesamiento externo y éste, a su vez, se conecta al chip cuyos electrodos se conectarán al ojo del paciente. Con este esquema, solamente queda un detalle para completar el prototipo, el equipo tiene que encapsular el sistema que se va implantar en el paciente y para ello deben buscar materiales que sean resistentes y biocompatibles.
Con la idea de desarrollar el encapsulado y, por tanto, desarrollar por completo el prototipo y además mejorar la capacidad del laboratorio para realizar nuevas investigaciones, el equipo ha invertido 2,5 millones de dólares (1,87 millones de euros) en instrumental y equipamiento que les permitirán abrir nuevas líneas de investigación relacionadas con el desarrollo de implantes biomédicos.
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