Desarrollamos terapias para enfermedades regenerativas de la retina”
Declaraciones de Stuart Medina, Director de Proretina
¿Cuándo se crea Proretina? ¿Quiénes son los promotores?
Proretina surge de una investigación de Enrique de la Rosa y Flora de Pablo en el Centro de Investigaciones Biotecnológicas (CIB) dentro del laboratorio de desarrollo embrionario, diferenciación celular y regeneración de enfermedades degenerativas. Flora de Pablo llevaba tiempo estudiando el metabolismo de la insulina y enfermedades metabólicas y Enrique de la Rosa tenía antecedentes estudiando cuestiones de desarrollo neuronal. Ambos estuvieron ensayando con factores de crecimiento como la insulina y la proinsulina y descubrieron que la proinsulina era un factor neurotrófico, que salvaba células fotorreceptoras y prevenía la muerte celular en desarrollo embrionario. A continuación, decidieron probar su potencial terapéutico en enfermedades degenerativas, en concreto, en un modelo de degeneración de la retina, la retinosis pigmentaria. Probado en un modelo de ratón observaron que la proinsulina protegía las células de la retina que transmiten la señal nerviosa. Los ratones sin tratar se quedaban ciegos y los tratados alargaban considerablemente el tiempo de visión. Estos resultados se protegieron mediante patente y creamos una empresa. Además, solicitamos la designación de medicamento huérfano para proteger los resultados.
¿Quiénes son los principales inversores?
Los principales inversores son los impulsores del proyecto, los Doctores Flora de Pablo y Enrique de la Rosa, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, junto con el Doctor Pedro de la Villa de la Universidad de Alcalá de Henares, y la Dra. Fátima Bosch, directora del Centro de Biotecnología Animal y Terapia Génica de la Universitat Autònoma de Barcelona entre otros. Además, participan en la empresa los emprendedores David y Javier del Val, el consultor Fernando Terrón y fondos financieros como Sodena, Caja Navarra a través del área de inversión Corporación Can, Inveready Seed Capital y Real de Vellón, fondo de capital riesgo gestionado por Clave Mayor.
Acabáis de cerrar una ronda de financiación de 2,5 millones de euros. ¿Ha sido costoso el proceso de captación de fondos?
No es fácil conseguir financiación para estos proyectos. Nos ha llevado un año cerrar la ronda. Hemos presentado el proyecto a muchos fondos, pero no todos estaban en las condiciones de invertir en estos momentos y hay otros que no están especializados y no son capaces de valorar el riesgo. Sin embargo, al final hemos conseguido cerrar una ronda de 2,5 millones de euros entre inversores y financiación pública pues contamos también con un préstamo Neotec y uno participativo de Enisa.
¿Cuál es su modelo de negocio?
El modelo de negocio es desarrollar terapias para enfermedades regenerativas de la retina. Pretendemos desarrollar fármacos hasta fase clínica para luego licenciarla a la industria farmacéutica. Como una pequeña Biotech que empieza hay que buscar alianzas con grandes farmacéuticas para diversificar el riesgo y aprovechar sus capacidades de comercialización y así asegurar el éxito. Si la empresa tiene buen equipo, podremos ir asumiendo más riesgos y fases más tardías de desarrollo, pero inicialmente buscamos las alianzas.
¿Qué líneas de investigación sigue?
Primero tenemos que resolver la fabricación de la molécula con tecnología recombinante, luego hay que hacer una formulación de la molécula para hacer un delivery intraocular, posteriormente los estudios preclínicos de toxicidad y seguridad en animales hasta llegar a los estudios clínicos en humanos.
¿Qué proyectos tiene la empresa en marcha?
El primero es la proinsulina para el tratamiento de la retinosis pigmentaria. La retinosis pigmentaria es una enfermedad degenerativa de la retina en la que se produce una muerte gradual e inexorable de los fotorreceptores, inicialmente de los bastones, que nos permiten la visión nocturna y periférica. Esta enfermedad va avanzando produciendo la perdida de los conos, que nos permiten ver la luz diurna, dando lugar a la ceguera. La retinosis pigmentaria empieza en edad adulta temprana, incluso en la adolescencia, y no tiene tratamiento hoy por hoy.
Otro programa que estamos desarrollando son terapias basadas en el empleo de vectores adenoasociados. Son vectores génicos que permiten insertar el gen que codifica la proteína terapéutica en las células para conseguir que éstas fabriquen el fármaco de forma continuada evitando la necesidad de administrarlo en el ojo. Lo hacemos en colaboración con el Centro de Biotecnología Animal y Terapia Génica y hemos solicitada una ayuda del Ministerio de Ciencia e Innovación para la financiación de este trabajo.
¿Hay muchas personas afectadas por degeneración de retina?
La retinosis pigmentaria afecta a una persona por cada 4.500. En España afecta a unas 15.000 y en todo el mundo en torno a un millón. Estas enfermedades tienden a estar infradiagnosticadas porque son de curso muy lento y el mismo afectado a menudo no se da cuenta de que la padece hasta bien entrado en la enfermedad.
¿En qué estado se encuentra la investigación en este campo?
Ahora mismo la enfermedad no tiene tratamiento. Hay otras empresas que están trabajando con factores neurotróficos. Una está en fases clínicas con CNTF pero hay investigadores que cuestionan la conveniencia de emplear ese factor. Hay otras aproximaciones como terapias celulares, transplantes, ojos biónicos, etc. pero son soluciones cuando ya se ha producido la ceguera. Nosotros queremos salvar los fotorreceptores antes de que se queden ciegos. BM
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